En 1956, en una de las calles más céntricas de la ciudad de Zaragoza, un hombre vestido con un abrigo negro y un sombrero, asesinaba a mujeres mayores que vivían solas. Todas, habían sido apuñaladas mortalmente en el corazón en sus propios domicilios. El asesino, se creía un artista, un genio del crimen. Se burlaba de la policía y de la prensa. Se consideraba superior a ellos, un maestro. El asesino, pasaba totalmente desapercibido. nadie lo conocía. La policía, no tenía ni un solo indicio con el que poder investigar. Sólo sabían, que mataba a mujeres mayores. Era como un fantasma, una sombra, una pesadilla. Con varios asesinatos a sus espaldas, la prensa le había apodado: El Asesino Nocturno de Zaragoza.
Una producción de Adictivocast